"Yo no soy un caballero con brillante armadura. Si alguien como yo tuviese cabida dentro del romanticismo, sería más bien el caballero oscuro, el antihéroe que va a someterte, a exigir de ti hasta el último ápice de placer y entrega que puedas proporcionarme. Querré encerrarte en mi guarida sólo para mí y una vez dentro, te enseñaré a satisfacer todos mis deseos, todas mis perversiones... Y espero que me lo agradezcas como es debido, con una sonrisa dulce y siendo complaciente."


Edward Cullen. Rendición.

martes, 25 de enero de 2011

36.- Diferentes tonos de rosa.

-Ni el rosa se hubiese convertido en uno de los colores que más me gusta observar. – Dijo acariciando uno de mis enrojecidos pómulos, con sus dedos. No pude evitar que la pequeña sonrisa se ampliase en mis labios. – ¿Sabes que les he puesto nombres a tus distintos tonos de rosa? – Negué con la cabeza, sin poder creer lo que estaba escuchando. ¿Cómo conseguía hacer eso? Me
 llevaba de la excitación, al miedo, y a sentirme halagada y amada con solo unas frases, unas miradas y unos gestos sencillos y cariñosos tan poco habituales en un hombre como él… Tan cargados de una insoportable electricidad…
-Este, por ejemplo, es un adorable tono rosa de “Prometo portarme bien de ahora en adelante”. – Esta vez la caricia fue con el dorso de sus dedos. Cerré los ojos, sonreí y disfruté de su contacto, con ganas de ronronear como una gata.
-Pero ahora vamos a buscar lo necesario para conseguir otro de mis tonos de rosa preferido, ese sugerente tono “Azóteme un poco más”. –
¡Sí! ¡Joder! ¡Vamos!... ¡Ooohh, por Dios! ¿Era yo quién había pensado eso? ¡No podía creerlo! Edward me cerró la falda del vestido, me abrochó los botones del abrigo y se inclinó para darme un corto, pero sugerente beso sobre mis labios acariciándolos con la suave punta de su lengua.

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Respiré hondo y le lancé a Edward una mirada divertida, que él no supo interpretar, porque me la devolvió interrogante y con el ceño fruncido. Era una de las pocas veces que él no sabía lo que estaba pasando por mi cabeza y supuse, que eso debió desconcertarlo.
Entramos en una habitación interior, sin ventanas que fuesen indiscretas, con el suelo de madera de roble, las paredes en el mismo tono gris oscuro el pasillo, y enormes estanterías y armarios de la misma madera, de los que colgaba una abrumadora cantidad de lencería. Olía a caras esencias que le daban un toque afrutado muy particular y agradable al ambiente.
Todo tipo de artículos se exponían en los estantes, desde cosméticos, vibradores, máscaras, arneses, medias, zapatos, correas de todo tipo, collares, esposas… Hasta el gel estimulante que ya conocía… Mis ganas de reír cesaron en el acto, y sentí un irrefrenable impulso de acercarme a curiosear todo lo que allí se exponía con absoluta elegancia y privacidad. Nada más lejos de lo que yo temía.

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-¿Algo más? – Me ruboricé de nuevo y Edward interpretó a la perfección mi gesto. El corsé. Sonrió de forma perversa, se giró y dejó la vela y el tarro con los polvos sobre el mueble de cajones junto a la cama.
-Enséñame esa maravilla. – ¡Oh, joder! Esperaba de todo corazón que de verdad pensase que era una maravilla. Alcancé el cierre oculto del vestido y lentamente lo abrí, para desvelar mi desnudez ante Edward, adornada por las medias y el corsé. Me lo terminé de quitar y lo dejé caer con un brazo, junto al sofá. Me ardían los pezones por el roce continuo del suave tejido del vestido. No me acostumbraba a estar bajo la intensidad de su mirada.
Edward me estudió durante lo que pareció un siglo y comenzó a subirse los puños de la camisa sobre los antebrazos, mientras que se acercaba despacio y giraba a mi alrededor para mirarme desde todos los ángulos. Me estremecí de placer inducido por su ardiente mirada. Se detuvo a mi espalda y se acercó a mi oído.
-Simplemente gloriosa. – Cerró sus manos sobre mi cintura de forma posesiva y juraría que apremiante. – Prácticamente puedo abarcarte con mis manos. Eres tan pequeña, tan delicada…  – Convulsioné visiblemente ante sus palabras, que viajaron directamente a mi sexo y a mi autoestima.


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Abrió la caja y sonrió divertido. De ella sacó algo parecido a una regla, pero hecha de una flexible madera con la inscripción “Teach me a lesson” escrita en uno de sus lados.
-¡Oh, Srta. Swan! Definitivamente adoro su sentido del humor. – Había cierta incredulidad en su voz y un brillo travieso en sus ojos. Si no estuviésemos en la situación de “Castigo Inminente”, quizás yo también estuviese divirtiéndome con mi ocurrencia. Pero no, estaba demasiado nerviosa como para eso.

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La abrió y acarició su contenido con dos dedos, de ella sacó una fusta delgada, flexible y con suaves plumas en su extremo, escondiendo la temible lengüeta de cuero. Una oleada de calor inundó todo mi cuerpo. Levanté la vista tentativamente y me encontré con que sus ojos se clavaron en los míos con una intensidad y brillo desconcertante. Yo había elegido la fusta como homenaje a la primera vez que nos vimos aquella noche en la isla. La noche que nos conocimos yo bailé delante de él con una en las manos…

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La abrió y sacó una pala para azotar de piel de cocodrilo, corta, flexible y con la pala ancha. Según Zafrina, ese era el que menos me interesaba que eligiese y aún así la compré para que tuviese dónde elegir. La dejó junto a las demás sobre la mesa, sin un solo gesto que pudiese darme un indicio sobre sus pensamientos.

11 comentarios:

  1. mmmmmmm SIMPLEMENTE INCREÍBLE.....joder m pasé todo el capítulo cn una puta sonrisa en la cara...enserio desde el ppo hasta el final,m encantó lo d los "tonos rosa" m hizo reírme en un par d ocasiones...y entonces del Puto Amo tan bromista??? m lo como...y k final Esther enserio puf..t kedó perfecto,muy bien, perfectamente aclarado todo el tema Dominación/Sumisión...es uno d mis favoritos,no por el Lemmon(que joder!!) si no por la actitud de ambos,por lo bien k explikaste todo, por lo complejo que tuvo que ser escribirlo y pq eres la mejor jejeje
    GRACIASSSSS
    Saludos desde Canarias...a lo mejor cn el viento k hace mañana amanezco en la Península ;)

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  2. Bien ahora me quedo claro como era el corse. Gracias por orientarnos con imagenes. No me extiendo ya de deje un testamento en FF.
    Besos!! :)

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  3. El corsé me lo imaginaba de otra manera, pero es genial. Lo de la fusta me encantó, pero lo que me dejo sin palabras ha sido la regla de madera, mas bien el mensaje. jaja Buena elección.

    Saluditos

    Danika.

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  4. Hola!!

    Es la primera vez que te escribo aqui y solamente lo hago para felicitarte por tan buen capitulo pues siendo sincera me dejo satisfecha.

    Por cierto no puedo ver el video que te hizo Naomi...

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  5. Me encantan las imagenes le da da mas realismo al fic....ya pase por la encuesta y vote. Nos seguimos leyendo.
    Besos :)

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  6. dios que fotos me encanto la foto de la fusta,las imágenes esta super.
    ademas ahora que se me bajaron un poco las revolucione del capi,puedo reflexionar mejor sobre los acontecimientos que pasaron en ella.Me gusto mucho que en el fondo es ella la que lleva la relación, que zafrina le diera una pista del poder que tiene sobre edward y como sobrellevarlo y manejarlo. Es como persuadirlo de una forma sutil y poderosa a la vez.

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  7. omg! las imágenes cada vez se van mejorando y debo decir que ahora me queda mas claro como es que iba Bella debajo de ese vestido y sobre todo lo de la fusta

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  8. me encanta ke subas las imagenes, así nos podemos dar cuenta de lo que estamos leyendo. Bravo por el comentario de zafrina, (sorry en FF, me confundí y te escribi irina, bueno tu sabes a kien me refiero)aclara muchas cosas, excelente capitulo. :D

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  9. Adoro el corsé! Dios como me gusto el capítulo de anoche XD

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  10. me gusto la paleta que dice Teach me lesson!
    :D

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