"Yo no soy un caballero con brillante armadura. Si alguien como yo tuviese cabida dentro del romanticismo, sería más bien el caballero oscuro, el antihéroe que va a someterte, a exigir de ti hasta el último ápice de placer y entrega que puedas proporcionarme. Querré encerrarte en mi guarida sólo para mí y una vez dentro, te enseñaré a satisfacer todos mis deseos, todas mis perversiones... Y espero que me lo agradezcas como es debido, con una sonrisa dulce y siendo complaciente."


Edward Cullen. Rendición.

martes, 21 de diciembre de 2010

Cap. 32 Suave, satisfecha y fuerte.

-Abre el grifo, métete dentro, y espérame. No tardaré nada. Bien caliente, Isabella. – Volvió a besarme y se giró para salir de nuevo por la puerta, con esa forma de andar decidida y elegante que le caracterizaba. Y esa espalda desnuda… ¡Ay, por Dios! Un día me dedicaría a contarle los lunares de esa espalda. Y a besárselos.

Cuando desapareció, todavía me quedé un rato embobada, mirando hacia la puerta. Sacudí la cabeza para espabilarme, y me apresuré a cumplir con lo que Edward me había encargado. Era una
 tarea sencilla, podía llenar una bañera. Aunque tuviese ese grifo que parecía un Ipod. Me descalcé, y me incliné sobre la bañera para mirar de cerca el modernísimo grifo.

Toqué la pantalla táctil, y se encendió rápidamente, seleccioné la temperatura del agua, Edward la quería caliente, así que la puse a 38,5 grados. Toda la casa estaba domotizada hasta el último detalle. Una pantalla táctil situada en cada habitación controlaba el encendido y apagado de las luces, su intensidad, cortinas, persianas, música, pantallas, calefacción… incluso la del salón controlaba la chimenea. Y sospechaba que también la seguridad de la casa podía controlarse a distancia. Edward estaba obsesionado con el control, así que no quería ni pararme a pensar en las infinitas posibilidades que ofrecía una magnífica instalación domótica.

Me dirigía a vestirme, y al ver la maleta y el portatrajes de Edward, listos en el suelo del vestidor, me sentí enferma. No quería separarme de él ni un solo instante. Pero no había nada que hacer, y mi actitud era poco madura. Él tenía que continuar con su vida y sus negocios. Pero no me gustaba su viaje. Sacudí la cabeza, y me centré en lo inmediato.

Como la noche anterior me había bañado con Edward, e iba mal de tiempo, obvié la ducha. Realicé rápido mi rutina de las mañanas, y me dispuse a vestirme. Edward había elegido un sujetador negro de encaje. Pero no había braguitas. Busqué en el cajón, y mis bragas habían vuelto, pero no las que hacían juego con ese sujetador en concreto. Por un momento sopesé la posibilidad de ponerme otras cualquiera, pero desterré rápidamente la idea. Conociendo a Edward, eso no era casualidad, y por otra parte, estaba esa especie de Trastorno Obsesivo Compulsivo con las filas y los conjuntos. Si me pusiese otras bragas, cuando se enterase, sería capaz de enfadarse.

¡Otra vez sin bragas…! Me puse las medias con el liguero, el sujetador, un vestido negro con el cuello y los puños blancos, y los botines negros de cordones que Edward había elegido para mí. Recogí mi pelo en una cola alta, el mismo bolso del día anterior, y el abrigo gris que estaba separado del resto.

Cuando llegué al pequeño comedor, Edward me esperaba, esta vez sin periódico delante. Emily entró con los desayunos, y yo me preguntaba cuál sería la “Batalla del desayuno” ese día, mientras me sentaba con más cuidado que de costumbre.

Edward esbozó una sonrisa, y se abrió la chaqueta mientras carraspeaba para llamar mi atención. ¡Cómo si hiciese falta! Vi para mi alegría, que la cadena del reloj colgaba desde un ojal de su chaleco, y se perdía en el pequeño bolsillo del lateral.

-¡Te lo has puesto! – Salté de mi silla y me acerqué para plantarle un sonoro beso en los labios.

-¡Claro que me lo he puesto! Yo sé cómo agradecer mis regalos. – Ah… ya vi con claridad por dónde venía la “Batalla del desayuno”.

Volví despacio a mi silla, con toda la intención de no discutir con él la misma mañana en la que se iba de viaje. Ya tenía un recordatorio suyo en el trasero, no necesitaba otro.

8 comentarios:

  1. Un título muy apropiado para un gran capitulo (una vez mas). Cada vez estoy mas enamorada de este Edward! Gracias por compartirlo con nosotras!

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  2. mmmmmmmm m dejó relajada el capítulo....fue distinto a los demás,m gustó, no sé si ese arrebato d hembra defendiendo a su macho traerá consecuencias a Bella....M gusta lo cómodo k se siente él al decirle k la ama y m encanta k le eche en cara su actitud sobre los regalos.
    No nos hagas esperar mucho x el reencuentro por favor....y mete le prisa a Bella para k aborte el plan B urgentemente además...y además espero k las sensaciones de ella d k no le gustaba ese viaje,sólo fuese x estar separada y no pq nada extraño ocurra...o si....y la sensación d su casa???mmmmmm m desconcierta...t esperaré
    FELIZ NAVIDAD
    Saludos desde Canarias

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  3. acabo de dejarte un rr. en ff. pero tengo que reiterarte que este capi a pesar que fue diferente a sido uno de mis favoritos,y no perdió la esencia de la historia solo fue como una transición que tenia que suceder.... como tu lo dijiste aquí se fortalece la relación de ambos,una vez mas te felicito cada día superas las expectativas!!!
    Feliz navidad que la pases muy bien con tus seres queridos.
    Besitos
    CLau17

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  4. hola Esther!!
    Las imagenes siempre nos ayudan a imaginar mejor el mundo que creaste.
    Gracias por todo tu trabajo.
    Nos estamos leyendo.
    Feliz navidad!!
    Besotes!!

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  5. es increible!!
    me encanta como escribes, espero todos los martes por la historia.
    me encanto el capitulo, tal como todos los otros.
    eres genial, una gran escritora, enserio!!

    suerte en todo
    feliz navidad para ti también!!!

    atte.
    Angela

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  6. !!Huuuuy!!!! definitivo amo a este Edward jajajajaja......no me despido y nos seguimos leyendo

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  7. Me encanta la historia!!!! espero el otro capi con muchas ansias.
    Feliz Navidad
    Besos

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  8. Me encanto esa imagen de su espalda *000* podria vivir con solo mirarla xDU (vale eso sono exagerado) y las botas de Isabella son geniales yo quiero una asi x3

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